Semana nº4 - Verde que te quiero verde

Semana nº4 - Verde que te quiero verde

Cada vez que abro un aguacate (palta, para mí), siento que estoy abriendo un tesoro. La forma del aguacate encaja perfectamente entre mis manos, ocupando el espacio que queda entre ellas, en posición de rezo. Su piel, a pesar de su rugosidad, no parece querer defenderse del exterior, sino que más bien aparenta ser la consecuencia de una existencia dura y sufrida. Nunca adivinarías, la primera vez que vieras este fruto casi negro, tosco y arrugado, que por dentro se esconde una paleta de verdes electrificantes que te dejan absorto con solo mirarlo.

Leer más