“El mundo está lleno de cosas mágicas, esperando pacientemente a que nuestros sentidos las perciban”

— William Butler Yeats

Mi nombre es Maru Flores, nací a los pies de la Cordillera de los Andes, en Salta, Argentina. Un espíritu viajero y una curiosidad insaciable me llevaron a recorrer distintos rincones del mundo, pero hoy, con dos pequeños polluelos a mi lado, hemos decidido hacer nuestro hogar en La Rioja, España. Aquí, junto a mi compañero de vida, creamos un nido lleno de amor, risas y pequeñas aventuras diarias.

Soy una recolectora de corazón. De esas que guardan recuerdos, tesoros pequeños que otros podrían considerar simples desperdicios. Lo aprendí de mi papá, un coleccionista de todo (y cuando digo todo, es TODO). Guardar lo que tiene historia, lo que nos conecta con un momento, me hace sentir en paz. Dibujos, fotos, cartas, regalos, recortes, libros, y sí, hasta los pedacitos de naturaleza que encuentro a mi paso.

Para mí, la belleza está en lo simple. La naturaleza es mi mayor fuente de inspiración. Ver cómo la vida se despliega en cada rincón, cómo se manifiesta en cada hoja, flor o piedra, es uno de los regalos más grandes que tengo. Admirar la obra de Dios a través de sus detalles es mi forma de estar en el mundo.

La fotografía es mi herramienta predilecta para evocar y compartir este amor por el mundo natural. Juego con los elementos de la tierra: hojas, ramas, flores, semillas para crear composiciones únicas efímeras y llenas de vida. Cada foto que tomo es una forma de capturar ese instante de belleza fugaz, y cuando todo se desmonta, devuelvo cada elemento a la tierra, como un acto de respeto y agradecimiento.

Cada foto que hago no es solo un instante congelado; es una forma de revivir todo el proceso creativo que me hizo sonreír. Y mi mayor deseo es que, al ver mis fotos también te arranquen una sonrisa.

¡Hola!